sábado, 25 de abril de 2015

1- Mente y Corazón para esculpir la Verdad


            El Sol espiritual restablece la comunicación telepática en este nuevo espacio virtual para producir la manifestación de una especial vibración de “AMOR-SABIDURÍA”.
            El efecto producido en el lector por las palabras y frases escritas dependerá de su grado de apertura para dejar entrar en su espacio reflexivo nuevos interrogantes y posibilidades filosófico-existenciales.
            Cada blog de ‘A.B’ posee una tónica vibracional especial, es decir, una cualidad o color vibratorio que lo caracteriza, como parte de un ‘Diamante Instructivo’, que contempla diversas caras o facetas de lo que puede llamarse “La Verdad”.
            ‘La Verdad’ es una temática que no puede ser abordada desde un solo aspecto o cualidad, sino que debe ser abordada desde diferentes ángulos, con mente abierta y espíritu investigativo inagotable. Con estas condiciones internas favorables, el estudiante podrá avanzar más allá…, sin quedarse varado en algún aspecto relativo, pensando que es la Verdad absoluta, como suele sucederle a la mayoría de los estudiantes novatos.
La calificación de ‘Estudiante novato’ hace referencia al alma que no ha madurado estas cualidades holísticas y amplias para el estudio, y esto no tiene que ver directamente con la gran cantidad de años que la personalidad haya estado investigando estos temas, sino con “la actitud” frente al conocimiento. Es la actitud lo que revela el nivel de madurez del “estudiante”, que es “el alma”.

‘La Verdad’ es incontrastable con la mirada aferrada a “la creencia”, por la razón de que toda creencia tiende a la inercia en el tiempo, mientras que la Verdad jamás es algo inerte, sino ‘vivo’, tremendamente móvil y activo…, y no sujeto a tiempo.
‘La Verdad’ no puede ser fosilizada en una creencia estática, porque mientras la creencia vive tan solo en el campo de la mente humana, la Verdad trasciende a la mente, desafiando siempre todas las estructuras rígidas e inertes de pensamientos e ideas.

            No es posible decir ‘qué es la Verdad’, pero sí nos es posible decir “qué no es la Verdad”, y lo primero es afirmar que ‘la creencia’, por más elevada y preciada que pueda considerarse, nunca puede ser La Verdad, así como el reflejo de la luna en las calmas aguas de un lago, no es la luna misma…
           
La creencia es siempre un reflejo de la Verdad en el plano mental,
pero jamás es la Verdad misma.

            Aquietando la mente, lo cual se logra “madurando la comprensión”, se puede superar el plano de las creencias para sumergirse en el mar de Buddhi, y más allá…, donde las Energías espirituales revelan al oído interno del ‘Viajante’ secretos vivientes, que en el plano mental pierden su esplendor y brillantez. Es por este motivo que, ciertas revelaciones o comprensiones de lo que se denomina “la Verdad”, es decir, la Esencia pura de la Vida, solo puede ser hallada en los planos más internos, más cercanos a La Esencia; por eso hablamos de BUDDHI (1), como uno de esos planos internos, que es superior, o bien, ‘más interno’, que “manas” (plano mental).
            La búsqueda de la Verdad comienza en manas, a través del estudio, la reflexión y la filosofía (Jñana o Gnosis), pero después de un cierto trecho del Sendero reflexivo, cuando la reflexión se vuelve profunda, transformándose en MEDITACIÓN, lo que había comenzado como “búsqueda de La Verdad”, se convierte en vivencia, sentir, presencia y certeza.
            Cuando el buscador ha viajado lo suficiente dentro de su mente, pasa a regiones internas aún inexploradas hasta entonces por su alma, y es así como llega a sumergirse, ya en estado de profunda reflexión meditativa, en Buddhi, y hasta puede penetrar a consciencia en Atma, hasta alcanzar la realización experiencial de Brahma, es decir, del Absoluto, del ‘TODO’.

            Recuerde el estudiante que este clímax, esta ‘cumbre’ que puede ser ‘apenas tocada’ al principio…, comienza con los primeros pasos en el plano mental, en el cual el estudiante investiga, lee, estudia, compara, reflexiona, discierne, y va construyendo así “un puente” de ideas claras (antakarana), cada vez más profundo en la conciencia, que lo conduce a ideas arquetípicas de la Verdad, todo lo cual se realiza en el nivel abstracto de la mente (en los 4 subplanos superiores del plano mental). Es decir que el antakarana es como un puente de energía mental consciente, que comienza a construirse con pensamiento reflexivo, en la mente inferior, hasta que alcanza la  mente superior, para proseguir luego, más allá…

            Durante este proceso interno en la conciencia, el mundo de los conceptos y significados se van alquimizando, de manera tal que las ideas comunes sobre las cosas se van dejando de lado, siendo reemplazadas por ideas filosóficas, que extraen “síntesis” donde antes había inconexa diversidad. La mente entra sí, mediante el paciente y perseverante estudio, y con empleo de todas las facultades intelectivas, en un territorio superior del pensamiento común, al cual sólo han arribado los grandes filósofos, pensadores y creativos de todas las épocas. El ‘genio’ debe su inspiración a la existencia de esta región.
            Cuando el alma se adentra en tales regiones superiores de la mente se une e identifica con las ‘ideas puras’ que flotan en esas luminosas regiones de manas, y cuando vuelve al estado de vigilia, después de la profunda meditación reflexiva, regresa a la región de la personalidad con el perfume de comprensión de lo hallado.
            Muchas revelaciones se han producido de tal manera en la mente de reconocidos filósofos y religiosos en diferentes épocas y pueblos, y a veces era la proximidad directa de una Entidad Iluminada de regiones superiores lo que impregnaba en la mente del discípulo el sello de una Verdad…
            En ambos casos, la mente debe hallarse en condiciones de apertura y receptividad, al menos con la mayor parte del antakarana (puente interno de conciencia) construido para que la revelación de un aspecto de La Verdad pueda acontecer en la mente y visión consciente del discípulo.

            El Sol ha querido encender, con ‘la chispa’ de estas cortas ideas, el fuego de la reflexión en la mente de los estudiantes que siguen nuestras enseñanzas, para que sepan que el camino hacia La Verdad comienza con la utilización consciente de dos ‘herramientas madres’ que todos los estudiantes poseen:

LA MENTE y EL CORAZÓN
           
            Es la mente el instrumento eficaz, el cincel para pulir las ideas hasta extraer de la roca una escultura: ‘La Verdad Perfecta’; y es el corazón el fuego impulsor de la búsqueda, es decir, el motor viviente para superar todos los obstáculos en el camino hacia La Verdad.
            Mientras tenga el estudiante su filoso ‘cincel’ preparado (su discernimiento) y su fuego de inspiración para esculpir las ideas en la virgen roca de la mente, nada más le hará falta…, pues con perseverancia, verá de a poco surgir de la rugosa y oscura roca mental, una figura… Seguirá esculpiendo, ‘quitando lo que sobra’…, y con cada cincelada verá más claro, hasta llegar finalmente a descubrir que, lo que estaba dentro de la roca, era “la figura sin nombre ni tiempo”:

EL SÍ MISMO ABSOLUTO,

el ‘Yo Verdadero’;

el ‘Atman-Brahman’, el ‘Ave Eterna’…



Que la Paz de ese Día, llegue a todas las almas.



El Sol en los corazones




            1- Buddhi: Es el sexto principio de la Constitución del hombre, siendo el séptimo Atma, el Espíritu puro, (aunque puede considerarse como el 2° principio, si se cuentan los principios del hombre desde lo sutil a lo denso). Buddhi es la primera envoltura de Atman. Al principio búdico se lo relaciona al Amor cósmico, a la Sabiduría y a la Intuición. En el Plano Búdico se encuentra la Inteligencia pura universal, es como el archivo de la Conciencia de Amor-Sabiduría, por eso Buddhi puede ser entendido como “conciencia crística”. El ‘principio búdico’ es el ‘principio crístico’ en el hombre; este está en latencia hasta que, por efecto de la evolución, se despierta (nacimiento del Cristo en el corazón), y luego se desarrolla (de esto tratan las ‘Iniciaciones’).
Cuando se despierta Buddhi en forma consciente y operante en el hombre, el ‘alma humana’ va experimentando una sagrada “alquimia interior” y transformándose en “alma divina”.
Otros autores se han referido a Buddhi como “mente superconsciente y/o supraconsciente”, pues es superior a la mente subconsciente y a la mente consciente.

Con profundización en los estudios, el estudiante puede ir entendiendo cada vez más y mejor cada principio de la constitución humana, hasta poder descubrir cómo actúan esos ‘principios’ en sí mismo. Esto es ‘autoconocimiento’.




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